Salvar
Una dama “de sociedad” que quería cambiar de vida, fue de noche a visitar al profeta. Éste le explicó con firmeza lo comprometedor de dejar la vida vieja: «En tu computadora quieres salvar un nuevo archivo con tu nombre, pero resulta que ya había un archivo anterior con tu nombre… El antiguo archivo quedará borrado y desplazado por el nuevo, si pulsas el botón “sí”.»