Contaba el profeta en la esquina:
«Enloquecido, Dios danzaba y tiraba confeti a diestra y siniestra, convirtiéndolos en coloridas estrellas. ¿Había perdido su omnipotencia? ¡No podía dejar de amar!»
«Enloquecido, Dios danzaba y tiraba confeti a diestra y siniestra, convirtiéndolos en coloridas estrellas. ¿Había perdido su omnipotencia? ¡No podía dejar de amar!»