Positivo

Una mujer muy rica fue a lamentarse con el profeta. Estaba convencida de que había nacido para sufrir cargando cruces familiares. El profeta le presentó un crucifijo tejido por unas mujeres de la cárcel: «Observe que la cruz no es signo de menos, sino de más. No es su marido, ¡ni siquiera su suegra! Tomar la cruz significa estar dispuestos a dar la vida cada día para recibir más vida.»

La esquina del profeta

La esquina del profeta
Creo en el Espíritu Santo... que habló por los profetas