En coma
Un terrateniente que dirigía el grupo de oración de su parroquia y que, sin embargo, pagaba muy mal a sus labriegos, decidió visitar el monasterio. «Mi familia siempre ha sido muy católica. Somos decentes y respetuosos de la religión. Nunca he dudado de que Cristo vive.» El profeta le replicó: «Tu Cristo vive, pero está en coma.»