Mar adentro

En la playa paseaban los novicios y el profeta. Uno, refiriéndose a una expresión de Cristo, preguntó: «¿Cómo puedo “ir a mar adentro”?» El profeta señaló un tugurio de casuchas y callejuelas, mientras musitaba: «Ir… amar… adentro.»

La esquina del profeta

La esquina del profeta
Creo en el Espíritu Santo... que habló por los profetas