Con el grito de su raptor, creo que ya no escribiré más sobre el profeta. Prefiero dejarlo aquí, como una historia inconclusa que trasciende el horizonte. Será el mismo Espíritu que nos dictará directamente sobre cualquier otra ocurrencia del profeta. Les invito a leer estos relatos de abajo hacia arriba, es decir, desde la primera entrada hasta la última. Así se percibe mejor la trayectoria del profeta.

Seguiremos descubriendo poesía y profecía en cada "minucia" de la vida.

Prisionero

Secuestrado en la celda, el profeta escuchaba el clamor que venía del exterior, del secuestrador que le suplicaba: «¡Déjame salir!»

La esquina del profeta

La esquina del profeta
Creo en el Espíritu Santo... que habló por los profetas