Conversión

Los novicios regresaron cansados al monasterio después de una misión popular por la ciudad. Uno opinó: «Muchas personas nos trataron de manera seca y fría.» Sacando una jarra y una caja de fósforos, sugirió el profeta: «Entonces tenemos que convertirnos al mismo tiempo en agua y fuego.»

La esquina del profeta

La esquina del profeta
Creo en el Espíritu Santo... que habló por los profetas