Temporal

Esta vez, el compartir de los novicios en la esquina era acerca del pasaje evangélico sobre la tormenta desatada mientras iban Jesús y los apóstoles en una barca. El evangelista anotaba que Jesús dormía en medio de la tempestad y los apóstoles lo despertaron. Todos los novicios estaban de acuerdo en que hubieran hecho lo mismo: despertar a Jesús para calmar el temporal. Al final de la meditación, el profeta observó: «Recuerden que todo temporal es temporal: lo que está pasando está pasando. Mi tormenta interior sólo cesará cuando yo sea capaz de dejar que Jesús siga durmiendo en paz.» Sonrió cuando oyó la ocurrencia del más chico de los novicios: «Cuando se presente la próxima ocasión, tomaré una siesta con Jesús.»

La esquina del profeta

La esquina del profeta
Creo en el Espíritu Santo... que habló por los profetas