Invitar a Jesús
Un fogoso predicador insistía en su conferencia por televisión: «¡Invita a Jesús a tu corazón!». El profeta reveló su pensamiento a los novicios: «Si invitas a Jesús, entonces él será el “invitado”. Un invitado no dispone de la casa como quiere. El problema de muchos “cristianos” es que sólo tienen a Jesús como “invitado”, no como “dueño”».