Santo

El profeta fue secuestrado por orden del dictador. En la pesquisa, un oficial lo cuestionó: «Dice la gente del pueblo que eres un santo. ¿Qué opinas de eso?» Mirándole a los ojos, el profeta respondió: «¿Qué tiene eso de extraordinario? Tú también deberías ser santo, porque para eso te creó Dios. Si no llegas a santo, habrás fracasado.»

La esquina del profeta

La esquina del profeta
Creo en el Espíritu Santo... que habló por los profetas